Los patrocinadores del encuentro de la ONU tienen un largo historial de ataques al Medio Ambiente, aunque la organización destaca sus compromisos en este ámbito para los próximos años.
La Cumbre del Clima de Naciones Unidas ha tenido un coste estimado de 170 millones de euros, a los que habrá que añadir los gastos de seguridad, que se elevarán de manera notable después de los atentados yihadistas en París. Un 20% del presupuesto de COP21 corrió a cargo de empresas privadas, muchas de ellas del sector eléctrico, aunque también hay aerolíneas, compañías automovilísticas, bancas y aseguradoras.
«Todas estas empresas son amigas del clima», afirman desde el Gobierno francés. Poco importa que entre los nombres se encuentren algunos de los máximos responsables del calentamiento global en las últimas décadas, industrias que ven la lucha contra el cambio climático como una posibilidad nueva de negocio. Algunos partidos como Los Verdes Europeos calificaron de «impresentable» e «incoherente» que «grandes corporaciones con una fuerte responsabilidad en el cambio climático» financien esta Cumbre. «Es como si invitáramos a las multinacionales del tabaco a financiar congresos de lucha contra el cáncer», apuntan.