Ya hemos hablado otras veces de cuál es la situación en la que se encuentra el arroz dorado, después de más de 20 años de investigación y millones de dólares de inversión. Aunque lleva años siendo utilizado como herramienta de relaciones públicas para justificar la introducción de cultivos y alimentos transgénicos en países empobrecidos (incluso, muchas veces, diciéndose que es un triunfo que ya ha salvado a millones de niños, lo cual es manifiestamente falso), lo cierto es que este arroz lleva años estancado en su fase de desarrollo, en etapas de mejora vegetal que intentan encontrar una línea que produzca arroz en cantidades suficientes. Las preguntas sobre su seguridad, así como otras cuestiones relacionadas con su utilización y conservación aún no han podido empezar a plantearse.