Un ejemplar de lobo fue abatido a tiros el pasado once de febrero en Ávila por una patrulla de Castilla y León. Esta es la primera muerte de las cuatro que la Junta anunciaba la semana pasada. WWF muestra su total rechazo e indignación ya que la especie está protegida por las leyes españolas y por la Directiva Hábitats al sur del Duero. La organización ha escrito a la Ministra de Medio Ambiente y ha denunciado estos hechos ante la Fiscalía. En menos de una semana, WWF ha recogido más de 15.000 firmas online para pedir el fin de la persecución del lobo.